Ayer se vino a casa el hermano de un compañero de mi clase. Su madre, tenía reunión y nos lo trajimos nosotros. Su madre, que es muy amiga de la mía, le preparó la merienda a su hijo, y a nosotros nos trajo un salchichón, que según ellos está buenísimo. ¡Pero claro! El salchichón viene sin etiquetas. No sabemos de qué marca es. Pero ella insistía, insistía con lo de que estaba muy bueno. Sobre todo cuando se vino a casa a recoger a su hijo. Mi madre al final se quedó con el salchichón, ¡pero no nos lo podemos comer! ¡Es que la gente no entiende! Yo no me callo, así que se lo dije: "no nos lo podemos tomar, porque no sabemos si tiene o no tiene gluten" Y ella me contesto: "¡que va a tener de eso, si es de Salamanca, es casero y es buenísimo!"
Ayyyyy... ¡Qué manía de confundir el gluten con las cosas que están mal hechas o que tienen mala calidad! ¡Qué manía!
Pues eso, a mi padre le va a encantar el salchichón... ¡Es el único que se lo puede tomar!