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Quiero esto en mi Blog!

martes, 14 de febrero de 2017

Animales celíacos

Esto me lo llevo preguntando yo hace mucho tiempo. 

Yo tengo un perro, dos gatos, un loro, peces y caracoles. El perro es un dálmata adiestrado precioso y buenísimo. Flor, nuestra gatita, ya tiene 9 años. La encontramos en el jardín, era muy pequeña. el veterinario nos dijo que tendría 20 días... le dimos biberón y aquí está con nosotros feliz y nosotros con ella. El otro gato, Mini (porque es muy muy pequeño) tiene siete meses, y nos lo trajimos de Asturias escondido en el coche para que mi madre no se enterara. 


Mini tiene un carácter muy especial. Es muy gruñón y se pasa el rato jugando y gruñendo, es muy muy muy divertido.

El loro, Mateo, lleva con nosotros muchos años, por lo menos 20. ¡Tiene más años que yo!

Los peces me los trajeron cuando era pequeña los Reyes Magos. Y los caracoles, que viven en el acuario, me los regaló mi amiga Claudia. Son rojos, ¡preciosos!

¿Y de quién os quiero hablar hoy? De mi gatita Flor.

Hace mucho tiempo que estaba malita, vomitaba mucho... fuimos al veterinario, y allí nos dijeron que tenía un problema.

Yo pensé, como somos tantos celíacos en mi familia, que a lo mejor ella también lo podía ser. Estuve buscando información y encontré que tanto perros como gatos no han evolucionado, por lo tanto su intestino tampoco. No están preparados para consumir grandes cantidades de gluten, y esto es lo que fabricantes de comida para dichos animales ignoran. 

Nuestras mascotas, los perros y los gatos, no es que sean celíacos, es que  su intestino no ha evolucionado lo suficiente como para poder digerir precisamente el gluten. Muchos fabricantes de pienso para animales, añaden cereales con gluten y eso provoca en muchas ocasiones problemas digestivos.

Así que, si puede ser, dadles a vuestros animales (gatos y perros) comida sin cereales, eso les ayudará a tener mejores digestiones, a estar más sanos y a ser más felices.

Por suerte, mi gatita Flor, no tenía ningún problema de rechazo al gluten, pero sí de hígado. Con un tratamiento, enseguida se recuperó, y ahora ya está sana y muy juguetona.



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viernes, 10 de febrero de 2017

Champú con gluten

Mi hermana pequeña, además de celíaca es alérgica al gluten.

Hace dos veranos,  mi abuela le lavó el pelo con un champú que contenía avena. Ella no se acordó de que le podría hacer daño, y además, tampoco creía que un champú blanco y pastoso tuviera la suficiente avena como para que lo notase.

Pues ese día a mi hermana, después del baño, le picaba mucho la cabeza y el cuerpo.

Al día siguiente, empezó a aparecerle una costra por todo el cuerpo. La llevaron al médico, le recetaron corticoides y otro jarabe para el picor. Las ronchas del cuerpo y de la cara mejoraron, pero las del pelo crecieron. Poco a poco se convirtieron en lamparones blancos con relieve, como si fueran millones de granitos todos amontonados.

Estuvo así meses, hasta que poco a poco, se le fue pasando.

Bueno... pues yo me pregunto, ¡qué pasaría si yo, que no soy alérgica al gluten, pero sí celíaca, me lavo el pelo con un champú que contiene avena?

Pues no debería pasar nada, porque al lavarme el pelo, el gluten no entraría en contacto con mi intestino. A no ser, que un poquito, resbalara y terminara entrando en mi boca.

Claro que, también hay artículos que dicen, que a través de la piel, se filtraría a la sangre y  nos dañaría igual.

Conclusión, como no está claro el daño que puede ocasionar, y como los expertos no se ponen de acuerdo, lo mejor es utilizar productos que no contengan gluten. Así evitaremos de todas todas el peligro.

Porque... si existen las dos opciones y sabemos que una es segura al máximo y la otra no... ¿Para qué nos la vamos a jugar?

En nuestra casa utilizamos todo sin gluten, así no habrá ningún problema.

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miércoles, 8 de febrero de 2017

Estas cosas pasan de verdad, ¡qué susto he pasado!

A veces oímos cosas en la tele, en la radio o a los amigos, y no nos las terminamos de creer, porque nos parecen demasiado increíbles.

Pues ayer me pasó una de esas  a mí, y quiero contarla, porque aunque este blog esté dedicado a los celíacos, también somos personas y nos pasan cosas, y como sé que me leéis muchos de mi edad y muchas madres, pues me gustaría que tuvierais cuidado.

Salía de casa después de comer. Normalmente salgo por otra calle, pero ayer me pareció más cómodo seguir esa ruta.

Al salir a la calle, alguien desde dentro de una furgoneta me chistó. No miré, porque pensé que no iba por mí, pero después me dijo: oye... tú... y yo miré. Vi dentro de una furgoneta a dos señores, y el que me hablaba era el copiloto, que tenía la ventanilla bajada.

Aceleré el paso y entonces el señor abrió la puerta y salió un poco de la furgoneta, pero yo aceleré muchísimo el paso y no volví a mirar atrás, pero me iba fijando por los escaparates, a ver si veía el reflejo de alguien que me seguía.

Llegué al autobús y se me salía el corazón. Afortunadamente llegó en ese momento, me subí y empecé a escribirle a mi madre. Os aseguro que me temblaban las manos tanto que no encontraba a mi madre en la lista de contactos.

¡¡Hasta que pude!!

Cuando llegué a casa por la tarde, llamamos a la Policía Municipal que vinieron rapidísimo. Eran cuatro, tres chicos y una chica, amabilísimos. Me dijeron que había hecho muy bien en decirlo, que había gente que no cuenta estas cosas porque le da vergüenza o por miedo y que tampoco pone denuncia y entonces así nunca se solucionan las cosas.

Y yo os quiero decir además, que hay que denunciar siempre, sea el delito que sea, aunque sea pequeño o diminuto, o aunque creáis que no tiene importancia, siempre, siempre, siempre hay que denunciar.

Es la única manera de conseguir que nunca más te vuelva a pasar lo mismo, y sobre todo, que nunca más le pase a nadie más.

Así que no os olvidéis, si os pasa lo mismo que a mí, o alguien os insulta, u os falta al respeto u os intentan chantajear, ¡a la policía! Ellos sabrán qué hacer con esta gente que disfruta haciendo daño a los demás.

Desde cualquier punto de España, cuando os pase algo, llamad al 112 y ellos os dirán u os localizarán la llamada.

Esperemos que esto no le pase nunca más nadie!

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lunes, 6 de febrero de 2017

En Madrid no hay vacunas

Tengo 14 años y me toca la última revisión con mi pediatra.

Teníamos cita en el centro de salud que nos corresponde.

Primero teníamos que pasar por la enfermería porque me tocaban las vacunas de los 14 y también el recuerdo del VPH. 

La enfermera que nos corresponde parecía un poco enfadada, pero luego resultó ser muy amable y cariñosa. 

Me pidió que me remangara el brazo... lo hice. Mira su ordenador y ¡zas! Que no hay vacunas para los 14 años, que según parece que la vacuna que me corresponde, la del Tétanos, no hay, ni habrá hasta dentro de meses, o quizás años. Y es una vacuna que me corresponde dentro de lo que indica la Comunidad de Madrid...

Pero es que tampoco está la del recuerdo del VPH

Nos dicen que llamemos el mes que viene, a ver si hay...

¡Esto es increíble!

¿Y si alguien sufre un corte y se tiene que vacunar urgentemente contra el Tetanos?


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miércoles, 1 de febrero de 2017

Anemia y Enfermedad Celíaca

¿Qué es la anemia?

La anemia es una enfermedad que se caracteriza, porque nuestro cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos sanos, y estos son los que se encargan de llevar el oxígeno a los tejidos del cuerpo.

Los glóbulos rojos se producen en muchas partes del cuerpo, pero en muy poquitas cantidades, porque donde realmente se producen es en la médula ósea, que es la parte blanda que tenemos dentro de nuestros huesos.


Los glóbulos rojos pueden llegar a durar 120 días, y una hormona que segregan los riñones, es la encargada de avisar a la médula para que produzca más. 

La hemoglobia es una proteína, y ella es la encargada de transportar dentro de los glóbulos rojos el oxígeno y también es la que les da ese color. Cuando tenemos anemia, es porque nuestro cuerpo no tiene bastante hemoglobina.

Nuestro cuerpo necesita vitaminas, minerales y nutrientes para poder producir los glóbulos rojos. El hierro es uno de esos minerales y el más importante.

Hay muchos tipos de anemia, la más común entre nosotros los celíacos, suele ser la anemia ferropénica y la sufrimos, porque nuestro cuerpo no es capaz de absorber el hierro que hay dentro de los alimentos. Normalmente, cuando seguimos la dieta sin gluten, el hierro se recupera, porque nuestro intestino está sano. 

Cuando somos celíacos y no lo sabemos, o aún sabiéndolo, decidimos saltarnos la dieta, nuestro intestino se deteriora y poco a poco, dejará de absorber los nutrientes necesarios para que nuestro  cuerpo se mantenga sano.

Los síntomas más comunes de la anemia son mareos, cansancio, color de piel pálido, uñas que se rompen con facilidad, etc...

En este enlace, explican muy bien ¿Qué es la anemia? (medlineplus.gov)

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