
A lo mejor es porque el nombre "celíaco" es un poco feo... A mi me gustaría más, en vez de ser celíaca, ser "Campanilla" o "Corazoncita" o "Cenicienta"
Todas empiezan por "C" Pero son nombre más bonitos.
¿Y por qué son más bonitos? Porque nosotros los relacionamos con cosas más bonitas y divertidas.
Ser celíaco es aburrido, es un rollo. Mucho más que eso, es una complicación.
¡Yo estoy harta de ser celíaca!
Pero no hay solución... Pues entonces vamos a adornar el nombre... Vamos, aunque sólo sea pon un día, a hacerlo divertido y bonito.
¿Qué puede ser "Celíaco" para que nos suene más intenso?
¡Ya sé!
Celíaco puede ser un pequeño oso de color rojo que se ha perdido en un bosque de Abetos.
Es un bosque diferente, como yo, porque es un oso rojo... ¡Nunca se ha visto nada igual!
Celíaco llama mucho la atención y destaca entre sus amigos.
Y eso a Celíaco no le gusta... Siempre le dicen que se esconda rápido cuando creen que llegan los cazadores, porque le van a ver. Y siempre están pendientes de él, porque se le ve a kilómetros.
Así que Celíaco hoy se ha enfadado, mucho.
Y se ha ido del poblado de osos, lejos.
Ha caminado tanto que está muy cansado. Menos mal que encontró un río. Se propuso pesacar unos salmones...
Lo intentó, lo intentó, lo intentó... ¡Y lo consiguió!
Y Celíaco se puso muy contento, porque los salmones eran rosados... ¡Casi como él!
Se sentó en la pradera para tomarse los salmones y entonces se asustó... Miró al otro lado del río y vio a un hombre enorme con un bigote negro y gigante, apuntántole con una escopeta.
Celíaco se sintió perdido... No podía moverse... Tenía mucho miedo.
Ya no estaba enfadado, el enfado ahora era miedo, y un miedo muy grande.
Pero pronto oyó un rugido muy grande, era su madre la osa que levantaba sus patas para asustar al cazador.
Y lo consiguió... El cazador se fue.
Y mamá osa cogió de la mano a Celíaco y se lo llevó de vuelta a casa cruzando todo el bosque, incluso la zona nevada.
Y mamá osa no regañó a Celíaco... Al contrario, estaba muy orgullosa de él, porque había llegado lejos.
Pues así somos nosotros los celíacos. Somos diferentes, como el osito Celíaco rojo. Llamamos mucho la atención, y algunas veces nos cuidan tanto que parece que les damos pena.
Y nos enfadamos, pero después nos damos cuenta que llega el cazador, que es el pensamiento, y nos hace pensar.
Y entender a los demás.
Bueno... Pues ahora, ya sabemos que "Celíaco" es un pequeño y revoltoso oso rojo.
Como nosotros.
Voy a estudiar, porque tengo examen de música...
Besitos y besotes.